En la actualidad, los meteorólogos emplean una variedad de sistemas sofisticados y avanzados para pronosticar el clima en los próximos días o semanas. Sin embargo, en contraposición a estos métodos más complejos, existe otro enfoque más simple y rudimentario que sigue siendo popular en áreas rurales: las Cabañuelas.
El término «Cabañuelas» implica un método ancestral que se basa en la observación para predecir las condiciones climáticas en los días y meses subsiguientes. A diferencia de los modernos enfoques tecnológicos utilizados por los meteorólogos, las Cabañuelas se sustentan en la observación de los cambios atmosféricos durante los primeros 12, 18 o 24 días de enero o agosto. Estos cambios se utilizan para pronosticar el clima de cada mes del mismo año o del siguiente.
La técnica de las Cabañuelas se basa en la observación del clima durante los primeros 24 días de agosto. Aquellos que dominan esta técnica pueden anticipar las condiciones climáticas del año siguiente.
¿Cómo funciona y qué polémica ha desatado?
El método implica observar y registrar el clima durante los primeros 24 días de agosto, y cada uno de esos días se relaciona con cada quincena de los siguientes doce meses. En otras palabras, el clima del 1 de agosto se correlaciona con la primera quincena de enero, el día 2 se relaciona con la segunda quincena, y así sucesivamente hasta completar todo el año.
Es importante destacar que este enfoque carece de fundamentos científicos, lo cual ha llevado a que los meteorólogos lo critiquen abiertamente. Incluso el portavoz de AEMET ha expresado su descontento en las redes sociales, afirmando que «esto no respeta a los meteorólogos». Todo esto se relaciona con los pronósticos realizados por Jorge Rey, un joven conocido que utiliza este método de manera habitual y ha adquirido fama gracias a las redes sociales.
Parece mentira que un niño con unas hormigas acierte más que el gordo de antena3