Desafío de calibres y precios en la fruta de hueso

La campaña de fruta de hueso se ve afectada por las condiciones meteorológicas y la reducción en los calibres

La producción de fruta de hueso en Aragón y Cataluña ha experimentado una recuperación en su potencial tras las devastadoras heladas de los años 2022 y 2021. Sin embargo, en la presente campaña, las condiciones meteorológicas de la primavera han dejado su huella en el tamaño de la fruta, presentando un desafío para los agricultores. En las comarcas del Cinca Medio, Bajo Cinca y Segrià, se ha observado que los calibres de las primeras variedades son considerablemente más pequeños debido al retraso en la floración y a una cosecha adelantada. Esto ha resultado en una disminución de la calidad de la fruta, ya que ha tenido un tiempo de maduración reducido en comparación con años anteriores.

La cosecha actual en las especies de melocotón, nectarina y paraguayo se caracteriza por una predominancia de fruta de calibres B y C, con escasa disponibilidad de calibres AA y AAA, que son los más buscados por el mercado. Esta situación se ve agravada por la reducida producción en Francia y las consecuencias de las inundaciones en Italia, donde también se enfrentan a problemas de calibres pequeños. El mercado se encuentra ávido por una mayor diversificación en la oferta de fruta de mayor tamaño y calidad, ya que existe una marcada diferencia de precios entre la oferta actual y las expectativas de los consumidores.

La disminución en los calibres afecta los precios y la demanda del mercado de fruta de hueso

La situación actual en el mercado de fruta de hueso refleja el impacto de los calibres más pequeños en la oferta. El precio de venta en el mercado varía según el calibre, siendo los calibres B los más comunes y se comercializan a 90 céntimos el kilo. La fruta de calibre A se vende a un rango de 1,10 a 1,20 euros, mientras que los calibres AA se encuentran entre 1,50 y 1,70 euros por kilo, y la fruta de calibre AAA alcanza un precio de 1,80 a 2,00 euros. En consecuencia, los calibres C están siendo destinados a la producción de zumo y los calibres B se venden con dificultad.

El mercado se enfrenta al desafío de satisfacer la demanda, ya que entre un 70% y un 80% de la fruta de hueso se encuentra por debajo de los calibres AA y AAA, que son los más apreciados. Actualmente, las ventas se mantienen en niveles moderados, pero se espera que los clientes se adapten a la disponibilidad limitada de calibres más grandes. La confianza reside en las variedades que se cosecharán a partir de julio, para que aporten un mayor tamaño y diversifiquen la oferta, permitiendo ajustar los precios y satisfacer las expectativas del mercado.

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