¿Quién lo dice?
A pesar de que todos los datos sobre la situación de la Amazonia son desalentadores, el científico brasileño Carlos Nobre (São Paulo, 72 años) afirma sentirse esperanzado. Durante la primera Conferencia Panamazónica por la Bioeconomía, celebrada en Belém, Brasil, más de 300 líderes indígenas, representantes de la sociedad civil y gobiernos locales enviaron una serie de recomendaciones a los presidentes de los países amazónicos sobre cómo debería ser la economía de la región. Estas conversaciones y el enfoque en una nueva bioeconomía generan optimismo.
El científico realizó su primer viaje a la Amazonia en 1971, cuando la deforestación era prácticamente inexistente. Desde entonces, ha advertido sobre el riesgo de que la región llegue a un punto de no retorno. Ahora, sus predicciones parecen hacerse realidad. Ante esto, se muestra muy preocupado y destaca la necesidad de detener la degradación de los bosques de inmediato. La idea de la conferencia es encontrar formas de mantener los bosques y mejorar los medios de vida de la población amazónica a través de una nueva bioeconomía basada en el mantenimiento del bosque.
Este científico es el primer autor de un estudio que destaca la importancia de la bioeconomía para la Amazonia de Brasil. El estudio examina el potencial de las cadenas de valor de los productos forestales y cómo su desarrollo puede sustentar el bosque y generar empleo, mejorando la calidad de vida de la población amazónica. Además, la bioeconomía permitiría la restauración de grandes áreas degradadas y la captura de grandes cantidades de dióxido de carbono, lo que contribuiría a combatir la emergencia climática.
¿Qué es la bioeconomía?
La bioeconomía se refiere a una economía basada en productos naturales, y en el caso de la Amazonia, se centra en mantener los bosques y restaurar las áreas degradadas. Sin embargo, existen desafíos tanto a nivel local como global. A nivel local, es necesario detener la deforestación y degradación, y a nivel global, se deben cumplir los objetivos del Acuerdo de París para evitar un aumento descontrolado de la temperatura que pondría en peligro la Amazonia. Si se cumplen estos desafíos y se implementan proyectos de restauración, el crecimiento del bosque secundario puede evitar el punto de no retorno.
La conferencia dará lugar a una serie de recomendaciones dirigidas a los gobiernos de los países amazónicos. Se insta a los gobiernos a implementar una gobernanza efectiva para frenar la deforestación y degradación, así como a reconocer el potencial económico de los bosques en pie y la bioeconomía. Sin embargo, reconoce que esto será un desafío, ya que muchos políticos de la región están asociados con la economía actual y la ganadería, incluyendo actividades ilegales y el crimen organizado.