Daños de la mosca de la fruta en los frutales
El sector frutícola catalán y aragonés se enfrentan a una campaña complicada debido a la presencia de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata), una plaga que ha ido reduciendo la efectividad de los productos fitosanitarios a lo largo del tiempo. Esta plaga se ha manifestado en las fincas de estas regiones semanas antes de lo habitual y con una cantidad inusualmente alta de insectos. Agricultores de la zona afirman que la virulencia de la mosca ha alcanzado niveles sin precedentes este año, lo que ha llevado a incrementar la frecuencia de tratamientos para intentar frenar su proliferación y evitar daños a las cosechas. Los costos de lucha contra la plaga se han disparado, con 300 euros por hectárea solo para colocar trampas y otros 500 euros para aplicar tratamientos con productos fitosanitarios autorizados, en contraste con los 100 euros de décadas anteriores.
Impacto comercial de la mosca de la fruta en el sector frutícola
La presencia de la mosca de la fruta no solo afecta la producción de frutas, sino que también representa un riesgo comercial significativo. Si frutas afectadas llegan a la distribución, las empresas compradoras pueden exigir descuentos en las partidas o incluso devolverlas, generando pérdidas económicas para los agricultores y productores. La alta proliferación de la mosca de la fruta en esta campaña puede atribuirse, además de al clima, a diversos factores, como la presencia de frutos sin recolectar en los árboles de variedades tempranas, lo que brinda un ambiente propicio para la plaga. Además, el cambio de prácticas agrícolas, como el uso de cubiertas vegetales en lugar de labranza tradicional, ha favorecido el desarrollo de las pupas de la mosca. Estos factores, sumados a la reducción de medios de control efectivos debido a la prohibición de ciertos productos fitosanitarios, han agravado la situación y requieren estrategias de control adecuadas para proteger la producción y el comercio de frutas en las regiones productoras de frutas de hueso.