¿Mercado libre?
El análisis de los determinantes de los precios internacionales de los alimentos es relevante debido a su amplio impacto en aspectos clave de la economía. Aunque se podría suponer que los precios obedecen a la oferta y demanda a través de la libre competencia, la existencia de varios intermediarios con influencia en su formación complica este panorama.
Nuevo orden
Las cuatro grandes empresas comercializadoras de granos, conocidas como ABCD (Archer Daniels Midland, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus), desempeñan un papel crucial en los mercados internacionales de alimentos. Estas empresas manejan la mayor parte del comercio mundial de cereales, adquiriendo grandes volúmenes de grano en su lugar de origen y participando en múltiples actividades, como el aprovisionamiento de insumos agrícolas, transporte, almacenamiento, producción de alimentos para animales, entre otros.
Aunque el sector agroalimentario ha experimentado cambios profundos en las últimas décadas, con la creciente integración vertical y el dominio de los supermercados en numerosos productos, las ABCD han mantenido su estructura tradicional y conservado su poder en el comercio internacional de granos. Su influencia va más allá de los precios al productor, extendiéndose a la financiación de la producción, suministro de insumos y control de la cadena de producción-consumo.
Las ganancias de estas empresas no solo provienen de los precios de las materias primas, sino también de la producción y comercialización de diversos productos agroalimentarios e industriales, así como de actividades financieras. Aunque las barreras de entrada al mercado de las ABCD son elevadas, están surgiendo competidores en Asia, pero simultáneamente las ABCD también adquieren otras empresas en las cadenas agroalimentarias.
A pesar de los cambios en los mercados internacionales de alimentos, las ABCD han mantenido sus beneficios, controlando una gran parte del comercio mundial de cereales y otras materias primas y productos elaborados.