Efectos positivos del compost en el cultivo de la lechuga
Un ensayo sobre la producción de lechugas en invernadero ha arrojado resultados prometedores al utilizar compost generado a partir de restos vegetales y otros aditivos, incluyendo residuos de café. Estos hallazgos, comunicados por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), indican que el uso de esta técnica conlleva la obtención de lechugas más grandes, de mayor peso y menos susceptibles a enfermedades.
Una tesis respalda la aplicación de compost agroindustrial para el control biológico de enfermedades en cultivos de lechuga y espinaca. Esta estrategia, basada en principios de economía circular y sostenibilidad, conlleva mejoras en la agricultura y en la calidad del suelo al incrementar el rendimiento de las cosechas y promover la actividad microbiana y fúngica.
Según la investigadora del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), vinculado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), «los residuos agrícolas y los aditivos integrados durante el proceso de compostaje enriquecen el compost como sustrato de cultivo y como enmienda orgánica para la solarización del suelo».
Composición de los restos de materia orgánica para el compostaje
Los ensayos involucraron la combinación de diversos residuos, como tomate, puerro, orujo de almazara y restos de poda, junto con aditivos como residuos de café, tomillo, lavanda y jara durante el proceso de compostaje. La autora de la tesis señala que «las plantas de lechuga cultivadas en compost exhibieron un peso fresco significativamente mayor en comparación con las cultivadas en turba, siendo los compost con café los más productivos».
Además, la investigación destaca la eficacia de ciertas combinaciones, como los residuos de tomate y puerro con lavanda, en la eliminación de patógenos vegetales como el ‘Pythium irregulare’, conocido como moho de agua. La investigadora sugiere que «este compost puede emplearse como reemplazo parcial de la turba en el cultivo de lechugas en invernadero», contribuyendo a mejorar la fertilidad del suelo y reduciendo la necesidad de fitosanitarios y fertilizantes químicos.
Finalmente, la tesis resalta que la combinación de compost y solarización del suelo para la desinfección incrementó el contenido de carbono orgánico total, nitrógeno total y la actividad microbiana. Estos efectos se mantuvieron después de la cosecha.