Innovación en la producción de cerezas de invernadero
Esta semana, Van Ooijen Citrus en Ridderkerk, Países Bajos, recibió las primeras cerezas españolas de invernadero de la temporada. Aunque su enfoque principal ha sido los cítricos, la empresa ha demostrado su especialización en cerezas, llenando un vacío en el mercado entre las semanas 12 y 17 del año cuando la oferta global es escasa. Lucien Ruiter, director de la empresa, destaca que, aunque estas cerezas son esenciales para algunos clientes, se venden exclusivamente bajo pedido anticipado a un precio de 75 euros por kilo. A pesar de los altos costos de transporte, la empresa ha encontrado un nicho para estos productos exclusivos.
Ruiter señala que la ubicación del invernadero en un terreno elevado permite un control preciso de la temperatura, lo que adelanta la fase de floración y fructificación. Este enfoque ha permitido a Van Ooijen Citrus introducir un producto único en un mercado donde las cerezas son tradicionalmente difíciles de encontrar en ciertas épocas del año. Sin embargo, no se espera una expansión significativa en el cultivo de cerezas de invernadero en España debido a los costos asociados y la limitada demanda.
Según Ruiter, el desarrollo de la temporada de cerezas en España aún es incierto, ya que las heladas durante la floración o las condiciones climáticas adversas antes de la cosecha podrían afectar los rendimientos. Estas preocupaciones se basan en experiencias pasadas, como las granizadas que devastaron gran parte de la cosecha de cerezas en Extremadura el año anterior.
Avances tecnológicos en la producción de cerezos en Hungría
A 80 km al sur de Budapest, un proyecto innovador está transformando la producción de cerezas. Después de sufrir pérdidas significativas debido a una tormenta, un productor agrícola decidió adoptar métodos de cultivo más intensivos y rentables, centrándose en el cultivo del cerezo en macetas bajo invernadero. Inspirado por la experiencia de agricultores neozelandeses que cultivaban cerezas en bolsas, el proyecto busca maximizar la calidad y el rendimiento de la fruta.
Peter Kelemen, asesor del proyecto, explica que el cultivo en macetas permite un control preciso del entorno de crecimiento de las cerezas, lo que resulta en frutas de alta calidad. Equipado con tecnología moderna, como sistemas de manejo de la luminosidad, calefacción, control de humedad relativa y riego localizado, este proyecto representa un enfoque sofisticado para la producción de cerezas.
El uso de variedades licenciadas, como Nimba, Royal Tioga y Royal Bailey, y la atención meticulosa al sustrato, junto con un sistema de invernadero que incluye ventilación retráctil en el techo, demuestran un compromiso con la excelencia en la producción de cerezas. A pesar de los desafíos iniciales con el material del vivero, el proyecto está en camino de una primera cosecha comercial el próximo año, lo que subraya el potencial de este enfoque innovador en la agricultura de cerezos.
Fuente: Horti Daily