¿Te atreves con el árbol del granado?

Mejores lugares para la producción del granado

En climas subtropicales y tropicales es donde más conviene al granado, siendo en estas regiones donde se obtienen los mejores frutos debido a la coincidencia del periodo de temperaturas elevadas con la época de maduración de las granadas. La exigencia de agua y frescura para sus raíces es alta, y solo en estas condiciones se producen frutos de calidad, a pesar de que el granado también muestra resistencia a la sequía.

Fuera de las regiones subtropicales, se adapta bien en climas donde la temperatura no baja de los -15ºC, aunque es vulnerable a temperaturas más bajas, siendo ciertas variedades chinas y del Turquestán más resistentes al frío, soportando hasta -20 ºC. La sensibilidad del granado a las heladas tardías es notable, especialmente durante la entrada en vegetación, prefiriendo climas templados o cálidos en lugar de fríos.

Exigencias del granado

En cuanto al suelo, el granado no es exigente y se desenvuelve bien en suelos profundos, especialmente aquellos de aluvión y con cierta alcalinidad. La presencia de malas hierbas se controla mediante labores de cultivo en invierno, con el objetivo de eliminarlas y preparar el terreno para el riego.

En la fertilización, el granado no demanda excesos, y se realiza la aplicación de abonos fosfatados y potásicos al caer la hoja y nitrógeno equilibrado al entrar en vegetación. La recolección, que inicia con cambios de color en el fruto, depende de la variedad y del contenido de sólidos solubles. Se realiza manualmente, procurando evitar daños en los frutos, que son sensibles a golpes. La calidad se mide por la ausencia de grietas, cortes, magulladuras, y pudrición, así como el color y lisura de la piel.

En postcosecha, se destaca la importancia de la temperatura óptima de almacenamiento a 5°C para evitar daños por frío. La humedad relativa también juega un papel crucial para prevenir la pérdida de agua y arrugamiento de la piel. El almacenamiento prolongado se realiza a 10°C. La tasa de respiración y producción de etileno son factores clave a considerar, y la exposición a concentraciones mayores de 1 ppm de etileno no afecta la calidad de la fruta. Se sugiere que en atmósferas controladas, concentraciones del 2% de O2 ayudan a reducir los daños por frío.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *